Nació en 1190 en Verona,
Italia. Ingresó a la orden de los dominicos recién fundada, ahí recibió el
hábito de manos de Santo Domingo. Predicó en contra de los herejes cátaros en
Lombardía. Murió en 1252 en manos de unos herejes que lo asaltaron; uno de
ellos le hirió en la cabeza con un hacha, pero como el Santo continuaba
rezando, le apuñaló en el pecho atravesándole el corazón.
La destrucción parcial de esta
pintura sólo permite ver parte de su rostro y no se observa el hacha clavada en
la cabeza. Con la mano izquierda sostiene un libro entreabierto, mientras que
en la derecha lleva una palma tres veces coronada que simboliza su martirio,
sabiduría y virginidad.