Persiguió a los cristianos
hasta que el señor se le apareció y lo convirtió. Al igual que los otros
apóstoles, después de la muerte de su maestro se dedicó a predicar el evangelio
por el mundo. Murió degollado en Roma.
En esta imagen aparece con
facciones fuertes, larga barba y espesa cabellera; viste una túnica y palio que
lo envuelve. Lleva una espada que simboliza el instrumento de su martirio y el
estilo tajante de sus epístolas; su cabeza rodea con un nimbo, aparece un poco
inclinada, mientras su mirada se dirige a los libros que lleva en la mano
izquierda.